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Si quieres conocer realmente la historia de Madrid y disfrutar uno de sus mayores atractivos al aire libre es indispensable hacer una visita por El Parque del Buen Retiro.

Con 125 hectáreas y más de 15000 árboles, el parque es un remanso verde en el centro de Madrid. Sus orígenes se remontan al reinado de Felipe IV (Sigo XVII), cuando se construyó un Palacio de entorno natural por iniciativa del Conde Duque de Olivares. Con Carlos III (Siglo XVIII) se agregaron el Observatorio Astronómico y la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro. Tuvo una etapa negra a consecuencia de los graves destrozos que sufrió durante la Guerra de la Independencia (1808- 1814), el cual fue utilizado como fortaleza y acuartelamiento por los franceses, pero es rescatado por Fernando VII, quien construye el embarcadero del estanque y la Casa de Fieras. Para 1868 pasa a formar parte del patrimonio municipal, abriéndose al disfrute del pueblo de Madrid. A partir de entonces El Retiro se aprovechó como marco para celebrar diversas exposiciones internacionales en el Palacio de Cristal y el Palacio de Velázquez. Finalmente, en 1935 fue declarado Jardín de Valor Histórico Artístico.

Entre los espacios más destacados del parque se encuentran el Gran Estanque con el monumento a Alfonso XII de fondo, la Casa de Velázquez y el Palacio de Cristal, la Rosaleda, y el Parterre, que cuenta con uno de los árboles más antiguos de Madrid el Taxodium mucronatum (400 años aprox.). Destacan además, la estatua de El Ángel caído, única escultura en el mundo que representa al diablo, la fuente de los Galápagos, que conmemora el nacimiento de Isabel II, la sorprendente Ermita de San Pelayo y San Isidoro, el Bosque del Recuerdo, en homenaje a las víctimas de los atentados terroristas sucedidos en Madrid el 11 de marzo de 2004, y el Teatro de Títeres, una puesta en escena innovadora en Europa con funciones los fines de semana.

En fin, El Retiro hoy no sólo es una reliquia histórica y cultural de la ciudad también se ha transformado en uno de los sitios favoritos de turistas y locales, para pasear o practicar deportes, así como un gran atractivo para los niños, en donde pueden disfrutar desde un paseo en barca en el estanque hasta la práctica de actividades lúdicas en alguna de las muchas áreas de juego del Parque.

Ricardo Varela Delgado